
4 Los celos en el poliamor – Poliamor de Sobremesa
Los celos en el poliamor y en general, no se refieren a un único sentimiento, sino a una combinación compleja de pensamientos y sentimientos asociados con la inseguridad, la envidia y el rechazo. Aunque a menudo la gente no los diferencia y los agrupa como celos.
Si estás o has estado en una relación poliamorosa, conocerás la típica pregunta sobre los celos. A nosotras es una de las preguntas que más nos han hecho. Dado que es un tema muy complejo y difícil de abordar en cualquier relación, queremos contarte un poco más sobre cómo entendemos nosotras los celos y nuestra experiencia con ellos.
Blog sobre los celos en nuestra web: ¿Qué son los celos?
Libro «The smart girl’s guide to polyamory» de Dedeker Winston
Taller acerca de los celos de Reid Mihalko
Ve a nuestra página de recursos, si te gustaría aprender más acerca del poliamor.
Y recuerda, si hay alguna palabra que aún no terminas de entender, tenemos un glosario disponible.
Instagram @poliamordesobremesa.
Twitter @polidesobremesa.
Agradecimientos Roberto Mario por la música.
Transcripción
[Tema musical]
Rossana: Hola, somos Rossana, Iratxe y Raquel y esto es Poliamor de Sobremesa, el espacio en el que queremos contarte un poco más sobre nuestra experiencia con el poliamor y otros temas relacionados.
Raquel: Nosotras no somos expertas en esto y esa una de las razones por las que queremos hacerte un hueco en nuestra sobremesa, para debatir sobre las diferentes formas de amar y relacionarse más allá de la monogamia.
Iratxe: Así que sírvete un café y quédate a la sobremesa con nosotras.
[Tema musical]
Raquel: Hola, somos Raquel, Iratxe y Rossana y llevamos tres años en la relación poliamorosa. En la sobremesa de hoy queremos hablaros de… el sentimiento más temido…
Iratxe: La pregunta que nunca falta…
Rossana: El terror poliamoroso…
Todas: ¡Los celos!
Raquel: Pero vamos, que no es para tanto, ¿eh? Esto está lejos de ser uno de los mayores problemas del poliamor
Rossana: Y de hecho en nuestro caso ni siquiera es algo en lo que pensemos demasiado
Iratxe: No, no es algo que nos ocupe la mente mucho
Rossana: Pero es verdad que se nos hacen tantas preguntas sobre los celos a las personas poliamorosas – a nosotras seguro que es una de las
primeras preguntas que nos hacen
Raquel: Dime, Rossana… ¿Cuántas veces te han preguntado que si tienes celos porque está saliendo con dos personas?
Rossana: O lo típico de «Yo no podría compartir a mi pareja»
Iratxe: «¡Ay, yo es que no podría, ¿eh? Compartir a mi marido… ¿Pero no te da celos? Pero no…» ¡No sé!
Rossana: Sí, queremos cómo desglosar un poco esa asociación del amor romántico con la posesividad y los celos, y que «si no siente celos es porque no quieres a la persona», etcétera, en plan, queremos indagar un poco en esas sensaciones
Iratxe: Lo que queremos en este episodio es indagar un poco en el tema de los celos: ¿qué son los celos?
Rossana: ¿Cómo podemos gestionar los celos?
Raquel: ¿Cómo podemos deconstruir los celos y entenderlos?
Iratxe: Y ¿cómo podemos hablar de ellos?
Rossana: Porque los celos no son una única sensación. En general es un conglomerado de sentimientos que te genera, que pueden ser la rabia, el miedo, el enfado, la tristeza… Pero que realmente nacen de otra cosa que puede estar por debajo de ello
Raquel: Con esto que acaba de decir Rossana es que nacen de otra cosa, pero lo importante es que nacen de ti
Rossana: Y lo que normalmente la gente intenta hacer es solucionarlo en la otra persona. Entonces, como yo siento celos, lo que hago
es controlar a mi pareja, controlar la información que me llega, controlar la relación que tenemos, para evitar los celos
Iratxe: En el poliamor, obviamente, esto es imposible porque al estar con más de una persona no puedes evitar los celos y no puedes prevenir todas estas cosas, sino que los tienes que sacar a la luz, hablar de ellos y ver cómo puedes gestionar los celos
Rossana: Y verdaderamente creemos que en una relación monógama también debería haber una gestión de los celos. Entonces en lugar de
volvernos controladores e intentar prevenir los celos lo que tenemos que hacer es hablar de ello y no esquivarlo
Raquel: Así que vamos a hablar de los celos. Y sólo podemos empezar preguntándonos, ¿qué son los celos exactamente?
Rossana: Vale Raquel, ¿qué son los celos exactamente? [risas]
Raquel: Pues… los celos no es sino una combinación aquí enorme de sentimientos y pensamientos muy compleja que en muchos casos… en muchos casos se suele hablar sobre todo de tres sentimientos–
Rossana: Base
Raquel: Sí, de tres sentimientos base que son la inseguridad, la envidia y el rechazo. Pues eso se combina para desencadenar los celos. Pero lo cierto es que a nosotros nos gusta un poco más una explicación que da Reid Mihalko, que se llama «los ocho brazos del pulpo de los celos»
Iratxe: Reid Mihalko es un gurú del sexo y las relaciones que ayuda a adultos y jóvenes a tener más autoestima y confianza en sí
mismos, y a mejorar su salud y satisfacción dentro y fuera de las relaciones. Si queréis investigar más sobre este autor, podéis ir a su página web que es reidaboutsex.com y vamos a dejar el link en la descripción. Como ha dicho Raquel, Reid Mihalko habla de el pulpo de los celos, y entonces vamos a desglosar un poco las ocho patas que tendría el pulpo y a qué sentimiento se equivale cada pata
Rossana: Entonces empezamos por la posesividad o control. Esa necesidad de sentirse especial. Las preguntas que te puedes plantear para identificar la posesividad o esa necesidad de control son: ¿Eres una persona posesiva con tu pareja? ¿Cómo te sentirías si no estuvieras en control de la situación? ¿Sería esto un problema? ¿Qué es exactamente lo que te resultaría difícil de esa situación en la que no estásen control?
Raquel: La segunda pata de la que hablamos es la inseguridad acerca de la relación. Y, un poco para identificarlo sería preguntarte: ¿Cómo de segura o insegura sientes que es la relación? ¿Cómo de probable crees que es que se rompa esta relación?
Iratxe: La tercera pata es la pérdida o el miedo a la pérdida y como preguntas tenemos: ¿Cuánto miedo tienes a la pérdida o la
sensación de abandono? ¿Hasta qué punto te asusta el cambio? ¿Sientes el cambio como una pérdida? Cuando algo abandona tu vida, ¿sientes un
vacío? Si esa persona te abandonará, ¿cómo te sentirías?
Rossana: Lo siguiente que tenemos es el rechazo identificado con preguntas como: ¿Hasta qué punto sientes el rechazo como un ataque a tu autoestima? Si tu relación se rompe y tu pareja te deja, ¿sientes que eso dice algo de ti? ¿Qué sientes que dice eso de ti?
Raquel: El quinto sentimiento del que hablamos es la soledad. Te preguntas si: ¿Disfrutas de tu soledad? ¿Qué problema tienes cuando no tienes a tu pareja? ¿Sentirías celos si tuvieras otros planes? Y, ¿en qué proporción tus demandas en las relaciones están motivadas por el miedo a la soledad?
Iratxe: La sexta pata sería la justicia e igualdad: ¿Hasta qué punto enfatizas o valoras los conceptos de justicia y equidad? Y, ¿hasta qué punto los defines como sinónimos de paridad o igualdad?
Rossana: Posteriormente tenemos la autoestima o el sentimiento de inferioridad, lo que muchas veces también se asocia con la envidia. Aquí
podemos preguntarnos: ¿Hasta qué punto tu autoestima se ve influenciada por la comparación social? Soy mejor, tengo más, etcétera Y cuando crees que vales menos en comparación con otra persona, ¿es esta comparación por lo que no tienes o la comparación es por lo que no eres?
Raquel: Y la última pata y el último sentimiento sería el sentimiento de anhelo y escasez, también en relación con la envidia. Te podrías preguntar: ¿En qué medida deseas cosas que no tienes o no puedes tener? Y, ¿por qué lo necesitas o lo quieres? Si no tengo «x» entonces me siento de esta manera o para mí significa esto otro…
Iratxe: Si te gustaría visualizar un poco más el pulpo de los celos, vamos a dejar un post en nuestra web que puedes leer. También es importante aclarar que no a todo el mundo le afectan los celos de la misma manera, o estos sentimientos de las ocho patas
Rossana: Y que también cada uno de los brazos puede estar influenciado por los demás. Imagínate que estás decorando una habitación en tu casa y escoges dos colores que te gustan para pintar. Vas al IKEA, compras unos cuadros, unas luces, unas sábanas de colores – decoración varia – para poner en esta habitación, y compras un montón de cosas. Todas por separado te gustan o te parecen bien como decoración de esta habitación. Total que llegas a tu casa y las pones todas en la habitación, y pintas las paredes de estos colores, y cuando terminas… te genera incomodidad, o no te
gusta, o te chirría porque es demasiado y lo que por separado te parecía bien, ahora todo junto te causa un sentimiento negativo
Raquel: Esto que ha descrito Rossana es básicamente lo que te pasa con los celos de repente tienes inseguridad, pero si lo juntas con otros más sentimientos de envidia y también un sentimiento–
Iratxe: De soledad
Raquel: –de soledad, todo esto te genera de repente esa bomba–
Iratxe: Un combo químico y te– explotas, ¿no?
Rossana: Claro, entonces es importante saber qué hacer con los celos, porque no es saludable tener un ataque de celos. Entonces, ¿qué
cosas puedes hacer? Conocer tus detonantes, lo primero. Pensar: Vale, he tenido un ataque de celos, ¿qué ha sido lo que lo ha causado? ¿qué ha sido la última gota que ha colmado el vaso? ¿qué situación te ha provocado los celos en esa ocasión?
Raquel: Luego puedes analizar tus sentimientos, que sería lo importante y decir: «Ah, vale, ¿qué he sentido? ¿qué pata del pulpo en
concreto?» que–
Rossana: Utilizando las preguntas de antes
Raquel: Sí, utilizando las preguntas de antes dices: «vale, pues creo que me siento así y así, y estas son las dos patas que me han hecho clic»
Iratxe: Vale y como tercera parte lo que podrías hacer es reflexionar y comunicar. Esto se refiere tanto a ti como persona, es decir, qué puedo hacer yo para sentirme mejor en esta situación; para que la próxima vez que a lo mejor pase puedas prevenirlo; qué necesitas para satisfacer tus necesidades – a lo mejor el ataque de celos que te ha dado es porque hay necesidades que tú tienes que no están cubiertas; qué necesitas de tu pareja; y también reflexionar qué le puedo decir yo a mi pareja que haga, para que cuando esta situación se vuelva a dar y me puedan dar celos, no me den esos celos
Rossana: O para prevenirlo, en general. O sea, si yo identifico que a mí lo que me pasa es que no me gusta estar sola, y ya no solo que no me guste estar sola, sino que pienso que mi pareja no me dedica el suficiente tiempo, o el tiempo que me dedica no es tiempo de calidad, entonces lo que puedo hacer es dirigirme a mi pareja y decirle: «Iratxe, me gustaría que cuando tengas tiempo para mí, lo dediquemos a hacer algo productivo juntas y no a ver la tele para llenar el vacío». Entonces así en los momentos en los que Iratxe no está, como ya he llenado esa necesidad de estar con ella, yo me puedo ocupar en hacer esas otras cosas, por ejemplo llenar el vacío viendo la tele
Iratxe: Sí, y además es mucho más fácil hablar de los celos y comunicarte, y saber gestionar todo esto cuando no estás en ese momento. O sea, en momentos previos o momentos posteriores, hablar de qué ha pasado y analizar qué ha pasado y por qué
Rossana: Pero quiero insistir en que hablar contigo mismo y con tu pareja es lo primordial
Raquel: Sí. Pero si igualmente estás en ese momento, en ese ataque repentino de celos, y no te apetece sentarte a– o no eres capaz de sentarte a entender cómo te sientes y mucho menos comunicar, hemos encontrado unos ejercicios así un poco más prácticos que puedes hacer en el momento. Estos ejercicios los ha encontrado Iratxe. Iratxe, ¿dónde lo has encontrado?
Iratxe: Estos ejercicios los he encontrado en un libro que se llama «Smart girl’s guide to poliamory» que es Dedecker Winston. Dedecker Winston es una de las productoras de un podcast que se llama Muliamory, que–
Rossana: También va de poliamor
Iratxe: Que también va de poliamor, y vamos, es un podcast que está muy guay. Es en inglés, pero lleva muchos años y tiene muchísimos capítulos y hablan de mil temas. El libro no sé si está en español, yo lo he leído en inglés, pero igual vamos a dejar el recurso por si queréis investigarlo
Rossana: Tanto en la descripción como en el website lo puedes encontrar. En este libro la autora habla de que hay varios ejercicios
que puedes hacer para transformar los celos. El primero es «Permítete sentirlo». Si ves que empiezas a sentir los celos lo que puedes hacer es, vete a un lugar apartado y reflexiona durante diez minutos. No sobre tus pensamientos y la parte lógica o incluso intentar racionalizar los celos, sino en tu cuerpo. ¿Qué efectos físicos estás sintiendo? ¿Se te comprime el pecho, te duele la tripa, se te adormecen las manos? Piensa en esas sensaciones físicas, sin tener que irte a por qué existen o de dónde salen. Nada de eso. Solamente piensa en tu cuerpo, concéntrate en él. Hazlo durante 5 o 10
minutos y a lo mejor una vez pasado este tiempo van a haber desaparecido. ¿Qué pasa? Que los celos al igual que cualquier otra sensación, van y vienen; son pasajeros. Y como personas se nos da muy bien alimentar a los celos, ya sea ignorandolos y no hablando de ellos o lo contrario, obsesionandonos e intentar recordar muchas otras veces en las que te hacen daño y traer esos recuerdos negativos a la sensación actual y hacer una bola enorme que ya no podemos deshacer. Si te permites, por otra parte, sentir los sentimientos en ese momento, y pensar en tu cuerpo, y no alimentar esa bola lo más probable es que en cuestión de minutos se hayan ido, y puedas volver a hacer la tarea de analizar de lo que hablábamos
antes.
Iratxe: Otro consejo que da Dedecker en su libro es que cambies tu estado emocional. Con esto se refiere a– lo que ha dicho Rossana, si no se te da bien lo de meditar, lo que hagas sea ponerte a hacer otra cosa, hacer algo te haga sentir bien. Es decir, ponte a escuchar música, ponte a bailar, sal a correr, ponte a mirar videos bobos en YouTube o a mirar gatitos en internet y haz eso durante un rato. Después de como máximo una hora vuelve a ver si se te ha ido la mayor parte de ese sentimiento negativo que tenías. Y que también hay que tener un poco de cuidado con este método, porque también puede ligar mucho a que te desvincules de tus sentimientos o de tus emociones. Entonces por eso ella pone un tiempo máximo, para limitarlo y que esto no sea como el comportamiento por defecto.
Rossasa: Y a Iratxe se le da bastante bien lo de ponerse gatitos y así cambiar su estado de ánimo. A mí y a Raquel por ejemplo nos funciona mejor la música.
Raquel: A ver, en realidad a mí lo que mejor se me da, o lo que más me funciona, es luego el siguiente paso, el siguiente ejercicio que es: Escríbelo. En realidad escribirlo puede ayudarte a ordenar tus pensamientos. Escribe, puedes escribir sobre las cosas que te dan miedo que pasen o sobre las razones por las cuales eso no va a pasar que es mucho más interesante. También puedes escribir las razones por las cuales estarías bien, a pesar de que todo eso que te da miedo se cumpliera. Lo importante es siempre centrarte en las cosas como buenas: Esto no va a pasar, pero si pasara no sería tan tan tan horrible como yo me puedo imaginar.
Iratxe: Otro ejercicio que puedes hacer es dar a alguien lo que tú necesitas en ese momento. Si necesitas por ejemplo amor, o te sientes sola y necesitas compañía, pues dale eso a alguien. Puedes hablar pues con tu familia, o puedes hablar con alguna amistad que hace tiempo que no hables, o puedes, como hago yo muchas veces, acurrucarme con una de mis gatas y forzar a mi gata que me dé mimos hasta que se me pase el mal trago.
Raquel: O hasta que se vaya
Iratxe: O hasta que se vaya. Y entonces lo más probable también es que un poco dando lo que necesitas al final te llenes, por así decirlo, y se te vaya esa sensación mala.
Rossana: No solo eso sino que la realidad es que cuando le dices algo bonito a alguien, lo más seguro es que esa persona te diga algo bonito a ti también. Y entonces de esa forma también puedes ir llenando como ese vacío ¿no?
Raquel: Sí, y realmente tanto de decir algo bonito también lo que puedes hacer es hablar de ello.
Rossana: No es que nosotras digamos esto frecuentemente [sarcasmo] pero, habla de ello. Habla de tus inseguridades, de tus miedos, de tu ensación
de soledad, de lo que sea que estés sintiendo, habla de ello. Si no se lo puedes decir a tu pareja, llama a tu mejor amiga y cuéntaselo. Y si tampoco se lo puede decir a tu mejor amiga pues coge un peluche y háblale a tu peluche. Pero lo importante es dejarlo salir
Iratxe: Y luego siempre puedes, después de que te pase es un ataque de celos y estés mejor hablar con tu pareja de: «mira, me ha pasado esto, ¿qué podemos hacer?»
Rossana: Bueno, pero ya esto ha sido demasiada teoría. Yo lo que quiero es que demos ejemplos reales de los celos.
Raquel: Sí, basta de la teoría por favor.
Rossana: A nosotras realmente no nos gusta utilizar la palabra celos. Es un poco lo que dijimos al principio. A mí personalmente,
siento que el que alguien me diga «tengo celos» no me dice mucho.
Raquel: Además es que a mí– a mí, Raquel, como ser humano la palabra celos siempre me han enseñado que es algo como negativo o algo muy posesivo, como que, algo casi demonizado. En plan, cuando yo veo una película y de repente alguien está teniendo celos siempre son gritos en la calle, tirándose de los pelos y llamando barbaridades a su pareja.
Iratxe: Si además, como que la palabra celos, lo que ha dicho un poco Rossana, a mí no me dice nada. Si alguien me dice que está teniendo celos de mí, no sé a qué se refiere exactamente y no sé cómo ayudarle. No sé cómo ayudar a esta persona y tampoco, es eso, no sé qué hacer. «Tengo celos», vale, ¿y?. Los celos tienen mucha connotación negativa y también se nos enseña un poco a sentir vergüenza de ellos. O sea, a mí personalmente muchas veces, o sobre todo al principio cuando empezamos a salir, si me daba vergüenza admitir que me sentía así, porque es algo que no deberías sentir y tampoco sabía cómo manejarlo. Entonces, es básicamente, encima te sientes mal y me siento mal porque me siento mal.
Rossana: A mí personalmente me gusta– más que hablar de los celos, me gusta hablar de lo que estoy sintiendo con palabras más descriptivas. Por ejemplo, si Raquel e Iratxe han salido a cenar juntas, yo no siento celos, lo que siento es exclusión. Lo que siento es que me gustaría estar ahí. En inglés decimos mucho «FOMO», que es «Fear Of Missing Out». Yo estoy perdiéndome algo y no me gusta. O siento envidia por cualquier situación en particular. Si a Raquel le dieron un regalo más grande de Navidad, por decir alguna tontería. Entre otras cosas que nosotras no llamamos celos, pero que para alguna gente sí puede pertenecer. O que en general pertenece a los celos
Raquel: Sí, a ver, cuando yo digo que me da miedo estar perdiéndome algo, que tengo «FOMO», en realidad lo que estoy teniendo es celos o uno de los sentimientos que se asocian a los celos. Entonces pues no puedo dejarlo como fuera, ¿no?
Rossana: Sí, pero a mí personalmente me parece que decir «tengo miedo» o «tengo una sensación desagradable porque me siento excluida» es algo con lo que puedo trabajar mejor. O sea, si a mí Iratxe me dice «me siente excluida», yo lo que puedo hacer es incluirla de alguna forma.
Raquel: A ver, Iratxe, ¿te sientes excluida?
Iratxe: Ahora mismo no [risas]
Rossana: Sí, pero–
Iratxe: No, pero, eh–
Rossana: Es un sentimiento con el que puedo trabajar.
Iratxe: Sí, o sea, por ejemplo a mí una cosa que me pasa mucho con– o que me da celos, en este caso, de Raquel y de Rossana, que ahora ya, pues eso, lo tengo un poco más controlado, pero es el hecho de la música. Raquel y Rossana son dos personas a las cuales les gusta mucho la música y se comunican mucho a través de la música. Ellas se mandan canciones, escuchan música juntas y entienden muchas cosas que yo no entiendo. O sea, para mí la música muchas veces es–
Rossana: ¿Vacía?
Iratxe: No, no es vacía, es simplemente que soy de esa gente a la que le dices: «vale, intentar escuchar todos los instrumentos que
hay en esta canción»… No los oigo. Yo oigo ruido, y está todo junto complejo, y no lo puedo–
Rossana: La música a cappella te tiene que parecer maravilloso
[risas]
Iratxe: Entonces, si volvemos a lo de antes, al pulpo y a especificarlo un poco más, o sea, ¿por qué yo tengo– me siento excluida en ese momento? O sea, ¿por qué me dan celos? Para mí es sobre todo autoestima, porque yo siento que soy una persona que no tiene oído musical, que no tiene coordinación, que no puede bailar bien y eso es algo que ellas sí tienen
Rossana: Pero, ¿eso es algo que siempre has querido tener o por qué lo asocias con la autoestima?
Iratxe: Yo lo asocio con la autoestima–
Raquel: Y la inseguridad un poco, ¿no?
Iratxe: Y la inseguridad. O sea, inseguridad de que a mí me da– no sé, la típica cosa de que en la radio ponen una canción y te dicen «¿qué canción es ésta?». Nunca la voy a poder acertar.
Rossana: [se ríe] a menos que sea la de ayer de Titanic
Iratxe: A menos que sea la de ayer de Titanic
[risas]
Rossana: Pero también creo que a lo mejor al ser de España – y esto es conjetura, corrígeme si estoy mal – pero a lo mejor en España se espera que tengas alguna relación con la música, que salgas a bailar, que–
Iratxe: Sí, yo creo que es espera más. No tanto como en latinoamérica a lo mejor–
Rossana: No, obviamente
Iratxe: Pero sí se espera que sepas bailar. Y por ejemplo, cuando– eso, nos hemos mudado a Alemania la gente deduce o tiene como este concepto de que en España la gente sabe bailar y yo no sé. Y a mi eso me produce–
Raquel: [se ríe] ¿Y tú no cumples el estereotipo?
Iratxe: No, yo no cumplo el estereotipo
Rossana: Y te produce inseguridad
Iratxe: Claro. Entonces el hecho de que ellas tengan esa conexión tan intensa a través de la música a mí me produce muchísima inseguridad. Y ya no solo inseguridad sino que también un poco de rechazo, porque es como yo no encajo ahí y no sé qué hacer. Y también como un poco de culpa–
Rossana: Que te quedas de lado, ¿no? También…
Iratxe: Sí, no– Sí, que me quedo de lado, pero también culpa porque, joder, yo antes de que Rossana entrase en nuestra relación, yo he estado ocho años, nueve años con Raquel, en los cuales esa necesidad musical que ella tiene no ha sido cubierta. Entonces–
Raquel: Ay, mi amor…
Iratxe: [se ríe] Entonces claro, al ver que de repente ahora ellas tienen estas conversaciones– y ya no conversaciones, es como que es todo tan sutil, que es que ni lo veo– y tan profundo, es como ¡uff!. Pero, no sé, es algo de lo que yo he hablado mucho con ellas. Y si en algún punto es demasiado o tal, yo les digo, en plan, «joder, estáis hablando mucho de música». O vamos en el coche escuchando música y hablamos de esa música, a mí me resulta muy difícil–
Raquel: A ver, lo que solemos intentar hacer es incluirte un poco. Explicarte lo que estamos poniendo en ese momento.
Rossana: O poner también música que a Iratxe le guste.
Raquel: Sí, o poner música.
Iratxe: Sí pero es verdad que a mí muchas veces me explicáis canciones o me decís no esto se lo he mandado a Raquel o esto me recuerda a–
Rossana: O esta parte en particular. Yo también te he mandado música a ti que me recuerda a ti y te he explicado porqué.
Iratxe: Pero bueno, eso es algo que me pasa a mí personalmente. Raquel, ¿quieres?
Raquel: ¡Oh no! me han echado a la piscina
[se ríe]
Iratxe: ¿Quiere ser vulnerable delante del micrófono? [risas]
Raquel: ¿Quiere ser vulnerable delante del micrófono? Eeeeh–
Rossana: ¿En qué ocasiones has sentido celos tú, Raquel? O cosas asociadas a los celos
Raquel: Yo estoy ahora mismo sentada en habitación con dos personas que han estudiado informática y dos gatas. Hola Bagheera. Entonces una de las cosas que me ocurren es que ellas se comunican en otro idioma, literalmente. O sea, cuando ellas hablan sobre cosas que tengan que ver con su trabajo o sobre cosas… es que ni siquiera puedo expresarlo. Cuando hablan sobre algo que tiene que ver con la informática yo estoy 100% fuera. No entiendo lo que dicen, se piden ayuda y yo me siento mal porque a mí me gusta mucho ayudar pero no puedo ayudaros, obviamente. Entonces aunque ellas han estudiado y se dedican a cosas muy diferentes, lo cierto es que comparten algo que yo no comparto y es así.
Iratxe: Esta situación se suele producir bastante a menudo porque al final yo le pregunto cosas a Rossana y Rossana me pregunta cosas a mí.
Rossana: O incluso hacemos chistes de informática tontas
Raquel: Ufff chistes de informática.
Iratxe: Entonces, cosas que hemos hecho nosotras para que Raque no se sienta tan excluida. Muchas veces es que si estamos hablando las tres, por ejemplo, en una comida o lo que sea y Rossana me pregunta algo, o saca un tema relacionado con la informática, o yo lo hago y vemos que nos vamos a ver mucho del tema o a ir muy en profundidad. Lo que hacemos es parar y hablar en otro momento en el que Raquel no esté.
Rossana: O si es relevante y a lo mejor a Raquel también le puede interesar también intentamos muchas veces explicarle en términos menos informáticos [risas] dónde está el problema o por qué queremos hablar de ello o como Raquel también se puede ver afectada por ello.
Iratxe: Una de las cosas que nos pasa con ese tema de la informática o la forma de organizarnos que traemos mucho del trabajo es cómo nos organizamos para grabar el podcast.
Raquel: Ufff
Iratxe: [risas] Usamos un sistema bastante… eh… Que se usa en desarrollo– o sea, en desarrollo de software–
Rossana: Para los informáticos que nos estén escuchando: Scrum.
Iratxe: Y tenemos una «Kanban board» o sea, y Raquel es algo que le cuesta mucho–
Raquel: O sea, ¿cómo no me va a costar? [risas] si es que no tiene nada que ver con cómo yo me organizo.
Rossana: Ya no es sólo que le cueste, sino que en el momento en el que le mencionas «Kanban board» le da como un ataque de pánico.
Iratxe: Sí.
Rossana: Entonces tienes que cambiarlo y no hablarle de «Kanban board» sino que decirle a ver esto es una tabla donde organizamos por estado [risas] y entonces a lo mejor, ya como que lo acepta.
Raquel: Pero a mí todo esto me causa un montón de sentimientos y esos sentimientos están relacionados con los celos. A mí me causa
inseguridad, me causa–
Rossana: También te sientes excluida–
Raquel: me siento excluida, me– bueno, es que es un combo. Me causa todo– no todo, pero me causa muchísimas cosas
Iratxe: Y es algo que hablamos una y otra vez. Va poco a poco mejorando la cosa, nos adaptamos lo máximo que podemos a Raquel y ella a nosotras y vemos cómo podemos ir funcionando.
Raquel: Pero bueno, ahora te toca a ti. Venga Rossana, a ver, a la palestra.
Rossana: Para mí uno de los sentimientos recurrentes, ya no tanto, pero al principio mucho, es la inseguridad. Como contexto, yo he entrado a una relación ya establecida. Estas dos personas llevaban juntas nueve años y yo no sé si a alguien más esto le suena muy intimidante, pero a mí sí. Entonces tenían toda esta historia, tenían chistes internos, tenían cosas que ya entendían la una de la otra porque conocen a sus familias desde hace mucho tiempo entonces si Iratxe decía algo como: «Uff, es que esto me recuerda a mi madre», a mí eso no me dice nada, ni puedo entender qué significa eso. Pero Raquel no necesita más explicación. Entonces yo me sentía muy insegura, muy excluida, también sintiendo que yo nunca voy a llegar a ese nivel de ser suficiente. Nunca voy a lograr entender a Iratxe o a Raquel a ese nivel. Yo ya de por sí soy una persona muy insegura. Esto me generaba muchísimo más estrés.
Iratxe: Siempre tenías la sensación de que constantemente estábamos a punto de romper contigo.
Rossana: Constantemente.
Iratxe: Y que estabas esperando el momento en el que llegásemos las dos, te sentásemos y te dijésemos: «Bueno, hasta aquí bien, pero ya no te queremos más–»
Rossana: «Buen experimento, pero– ya está»
Raquel: «Pero queremos volver a nuestra monogamia»
Rossana: Sí, en general el que se me dejase de lado o se me apartase por proteger esa relación «principal», preexistente, a pesar de que nunca hemos tenido una jerarquía, pero bueno.
Raquel: En tu cabeza sí, ¿no?
Rossana: A ver, en mi cabeza es la relación más vieja, ¿no? En plan, intentamos protegerla y yo veo cuánto se quieren ustedes dos y sé que no quieren que esta relación se rompa. Luego, también han logrado hacerme entender que tampoco quieren que la relación conmigo se rompa.
Raquel: Sí, sobre todo porque ahora lo que hemos decido es convalidar los años. ¿Cuántos años llevamos juntas Rossana?
Rossana: Siete años convalidados.
[risas]
Iratxe: Bien
Raquel: Muy bien
Rossana: Que es la suma dividida entre dos.
Iratxe: Más o menos, ¿no? Así a ojo.
Raquel: ¡Qué bien entrenada estás!
Rossana: Sí. También es algo que de alguna u otra forma he logrado comunicar, han logrado sacarme con sacacorchos. Y ellas se han encargado mucho de hacerme ver que no hay una relación principal. Que me quieren a mí en su vida tanto como se pueden querer la una a la otra y lo importante que soy y lo mucho que les afectó en sus vidas. Y eso hace que a mí la inseguridad que siento me parezca un poco más ridícula.
Iratxe: Sí, o sea, yo recuerdo mucho que al principio nos sentábamos y era una de: «Vale, a ver Rossana, te voy a explicar todas las personas que hay en mi familia» y Raquel hacía lo mismo: «Estas son las personas que hay en mi familia» ¿Qué relación tenían nuestras familias? ¿quiénes son mis amigos o esta otra persona?. O sea, creo que te hicimos como un resumen de nuestra relación
Rossana: y también me invitabas, por ejemplo a hablar por Skype con tus amigas. Cosa que muchas veces Raquel no hacía, porque, pues eso, las conoce y es una relación que siempre te ha dejado tener, pero tú intentabas como involucrarme para que yo también lograra conocer a tus amigas y entender quiénes son.
Iratxe: Sí y luego también Raquel y yo cambiamos muchas cosas de como nosotras nos comportábamos o cosas que teníamos ya, pues yo qué sé–
Raquel: Años de experiencia terminas haciendo las cosas de una forma–
Iratxe: Sí, yo qué sé, Raquel y yo comíamos siempre delante de la tele viendo la tele y a lo mejor eso a Rossana no le gustaba o yo qué sé–
Rossana: Como cuando tú siempre pones el té antes de echar el agua y de repente alguien lo hace al revés y te da como una histeria… ¡pues eso!
Iratxe: ¿Quién pone el agua y luego el té?
Raquel: ¡Hay gente! ¡hay gente en el mundo!
Iratxe: Entonces al final son muchas cositas pequeñas que puedes cambiar y que hace que sientas que la sensación de celos poco a poco se vaya disminuyendo hasta casi ser nada y no te sientas ni insegura, ni te sientas dejada de lado–
Raquel: Ni rechazada…
Iratxe: –ni te sientas rechazada…
Rossana: ¡Qué esto tampoco es una cura para toda la vida!
Iratxe: No.
Rossana: A mí se me ha pasado mucho, pero me siguen produciendo inseguridad algunas cosas. Lo que pasa es que cada vez me vuelvo
mejor en comunicarlo, en plan: «oye, esto me ha generado inseguridad porque me recuerda a esta otra situación» y hablamos de ello. Entonces yo la verdad que creo que no estaríamos donde estamos si no hubiésemos hablado de cómo nos sentimos.
Raquel: No, sin duda que no.
Iratxe: No, esto se habría roto hace… [risas]
Raquel: Hace tres años, ¿no? Una semana después…
Rossana: Sí, como máximo. Pero yo creo que falta un ejemplo importante… ¿Raquel?
Raquel: Otra vez yo… A ver una de las cosas que a mí me resultaron más difíciles de empezar a salir, es que Rossana e Iratxe se mudarán juntas.
Rossana: Contexto, creo que ya lo hemos hablado pero así como el resumen. Iratxe y yo estábamos viviendo en situaciones insostenibles y decidimos
que lo más prudente era buscar un piso juntas. Pero obviamente, Raquel tenía que ser partícipe de esa decisión.
Iratxe: Y Raquel no vivía en la misma ciudad que nosotras y por eso no se mudó con nosotras en ese momento.
Raquel: Sí, entonces llegó un punto en el que había dos opciones: Yo podía pedirles que no se mudarán juntas, y a lo mejor sentirme mejor con la situación, pero que ellas no estuvieran nada bien y entonces no tener la posibilidad de verlas en un espacio nuestro, cuando fuera a visitarlas yo. O dejar que se mudarán juntas y entonces sentirme yo misma un poco peor, a lo mejor, y que ella estuviera mucho mejor y que las tres pudiéramos tener un espacio.
Rossana: Sí, y para nosotras el mayor pro de mudarnos juntas era que los fines de semana, los meses de vacaciones o el tiempo que fuera que Raquel viniera a la ciudad donde vivíamos nosotras dos, tuviésemos un espacio privado sin tener que explicarle a compañeros de piso, o a caseros, o a quien sea, por qué esta persona está viniendo hay que pasar una semana, dos, tres, seis, cinco meses o lo que haga falta.
Raquel: Sí, entonces realmente fue una situación un poco difícil porque yo llevaba mucho tiempo saliendo con Iratxe y una de las cosas que siempre habíamos quería hacer es mudarnos juntas. Entonces ahora Iratxe, que era mi pareja desde hacía nueve años, se iba a mudar con Rossana con la cual llevaba saliendo…
Iratxe: ¿Tres meses? Si llega
Rossana: Si llega, sí.
Raquel: ¿Qué pasa? Que esto puede ser una situación muy difícil y lo que ocurrió es que nos tocó gestionarla.
Rossana: Para nosotras Raquel tenía poder de veto. Si Raquel decía: «no se mudan juntas», no nos mudamos juntas punto, no hay discusión al respecto.
Iratxe: Pero bueno, Raquel no dijo que no.
Raquel: Sí, porque a pesar de que yo era la que no estaba bien podía hacer que ellas si lo estuvieran y podía impulsar también que en un futuro yo también lo estuviera.
Rossana: Y también nosotras estuvimos ahí y te reiteramos muchas veces que íbamos a estar ahí para apoyarte, para ayudarte, para hacer el trago más fácil.
Raquel: Entonces en estas situaciones es muy importante la gestión emocional, porque yo… ellas también tenían un sentimiento de culpabilidad, sobre todo Iratxe.
Iratxe: Enorme. O sea, yo… ¡ufff!,
lo pasé muy mal.
Rossana: Pero bueno, al final Raquel accedió.
Raquel: Sí, o sea, yo más que acceder lo que hice fue tomar una decisión lógica. Decirles mis sentimientos al respecto y explicarles porqué había tomado esa decisión y decirles: «Sí os vais a mudar juntas, creo que lo mejor es mudar… que os mudéis juntas porque es lo que tiene más sentido. Aunque eso sea un poco más difícil para mí». Pero al fin y al cabo estoy en una relación– vamos, estamos juntas en una relación y lo que sea mejor para mí, no tiene porqué ser lo mejor para las tres. Entonces lo que ocurrió es que…
Rossana: Nos llegó de repente un día un paquete por correo y no entendíamos porque no habíamos pedido nada.
Iratxe: Nos llegó un paquetito por correo.
Rossana: ¿Qué había en ese paquetito Iratxe?
Iratxe: Un felpudo.
Rossana: ¿Y qué ponía en ese felpudo, Iratxe?
Iratxe: Alohomora.
Raquel: Eso era un poco mi forma de decirles que yo estaba bien al respecto y que era como un regalo para su nueva casa y a lo mejor en un futuro nuestra nueva casa, porque…
Iratxe: Y que a pesar de que a Raquel no le gusta Harry Potter, sabe que a nosotras sí.
Rossana: Totalmente
[risas]
Raquel: Y yo, bueno, meses después me mudé con ellas. En realidad solo fue un poco al final cuando sentí que esa también era mi casa. Y lo que ocurrió es que la mayor parte del tiempo, sobre todo al principio, al principio de mudarme, sentía que esa era SU casa y no la mía.
Rossana: Sí, pero una cosa que también intentamos hacer, dado que Raquel nos contó cómo se sentía con respecto a que vivía en un espacio que ella sentía como «no suyo», es ir al Ikea, comprar cosas que le gustaran o poner sus cosas que ya tenía en sitios más visibles. Acomodar las cosas en la casa con Raquel, de una forma que para ella se sintiera más como SU casa.
Iratxe: Sí, y para que las tres estuviésemos representadas en, pues eso, en nuestro espacio en el que vivíamos.
Rossana: Y creo que eso mejoró mucho las cosas.
Iratxe: Sí, eso ayudó mucho. Y es lo mismo que hemos dicho antes, o sea, podéis hacer muchas cosas pequeñas para mejorar esa sensación.
Raquel: Algo tan sencillo como tener un espacio para mis libros o tener fotos de mi familia colgada en la pared–
Rossana: O tener al esqueleto Rodolfo en la habitación.
[risas]
Raquel: Luego cuando nos mudamos a Berlín, uno de mis requisitos, bastante estricto, fue que el nombre de las tres estuviera en el contrato, en el contrato alquiler.
Rossana: Y sonará trivial, pero no lo es.
[risas]
Iratxe: No, no lo es. Porque al parecer los pisos sólo de los alquilan a parejas.
Raquel: A dos personas.
Rossana: Pero bueno, era uno de los requisitos de Raquel y es algo por lo que insistimos mucho. Y al final –
Iratxe: Lo conseguimos.
Raquel: Sí, a pesar de que el contrato sólo se lo querían hacer a ellas dos.
Rossana: Sí y hubiese sido, a lo mejor, un poco más fácil. Pero bueno, por fortuna, en este apartamento en particular no nos dieron mucho problema con eso y si eso además significa que Raquel va a estar mejor. Pues merece la pena hacer el esfuerzo extra de preguntar dos o tres veces hasta que accedan.
Iratxe: O sea, a mí me merece 100% la pena porque ahora mismo es algo que ni el… que no pensamos en ello.
Raquel: Y bueno, esto ha sido un poco nuestra experiencia con los celos y con lo que nosotras consideramos que son celos y cómo nos sentimos al respecto.
Rossana: Y a lo mejor una cosita que creo que la gente a lo mejor le va a interesar. Nosotras no practicamos la polifidelidad. Quiero decir, Iratxe, Raquel y yo podemos tener relaciones por fuera de nosotras tres, por fuera de esta trieja. Hasta ahora no ha sucedido, pero hemos hablado mucho al respecto.
[risas]
Iratxe: Sí, hemos hablado mucho.
Rossana: Y sinceramente, yo creo que a mí me haría muy bien que Iratxe o Raquel tuviesen más parejas. Yo personalmente es algo que me gustaría mucho tener. Ver a iratxe relacionarse con otras personas. O ver a Raquel también feliz por haber ido una cita, y volver contenta, y tener esa sensación de mariposas de estar empezando a salir con alguien. O sea, a mí es algo que me causa mucha emoción. Y no desconozco que, a lo mejor, me va a causar celos de: «es la tercera vez que Iratxe sale esta semana con esta persona y conmigo hace un montón que no va a ningún lado», pero
confío bastante en que va a ser algo de lo que podamos hablar.
Iratxe: Sí, y además es que es eso, todo se reduce a hablar, hablar y hablar, y luego hablar un poco más. Y que hoy puedes estar genial en una nube y mañana pues estar en la mierda. Entonces las cosas cambian y evolucionan y a cada paso hay que hablarlo.
Raquel: Y para mí sobre todo en la– en confiar en que ellas dos me van a escuchar y que van a hacer todo lo posible para que yo me sienta
bien.
Iratxe: Y luego también muchas veces lo que hacemos es: «vale, pues a lo mejor podemos hacer esto para que te sientas mejor o vamos a probar
esto». Lo hacemos y sale como el culo. Rossana: Sí, y entonces corregimos e iteramos–
Iratxe: E iteramos y decimos: «vale, pues esto ha salido como el culo, vamos a hacer otra cosa». Entonces siempre intentamos hacer algo, ya vaya a salir bien o mal, para ver si eso es algo que podría funcionar.
Rossana: Y es algo que luego muchas veces hacemos un poco en contra de la persona que lo necesita más.
[risas]
Raquel: Terapia de choque (shock).
Rossana: Pero bueno, al final lo de hablar es lo que más recomiendo.
Raquel: Hablando se entiende la gente.
Rossana: 10 de 10 «would recommend». Queremos recordar que este episodio está acompañado de una entrada de blog en nuestro website que pueden leer también.
Iratxe: Sí, en el que explicamos un poco más en detalle el pulpo de los celos–
Rossana: –el pulpo de los celos, las cosas que puedes hacer para calmar los celos etcétera, la teoría, vamos. Y que puedes incluso utilizar de referencia para esos momentos en los que tengan que manejar esa situación.
Iratxe: Y que muchas gracias por escucharnos hasta aquí.
Rossana: Hasta la próxima sobremesa.
[Tema musical]
Rossana: Muchas gracias a Roberto Mario por dejarnos su música. Puedes encontrarle en Spotify, dejamos el link en la descripción. Si quieres poyarnos comparte este podcast con toda la gente que conozcas, es la mejor manera para nosotras de mantenernos motivadas y que la gente nos conozca. Síguenos en las redes sociales; en Instagram estamos como @poliamordesobremesa y en Twitter como @polidesobremesa. También puedes contactarnos directamente a través de nuestra página web, poliamordesobremesa.com, donde también puedes encontrar recursos, un glosario, entre otras cosas relacionadas con el poliamor.